Uno de los rituales del año nuevo es hacerse propósitos. ¿Quién no ha determinado que saldrá a correr todas las mañanas? ¿Quién no se inscribió en un gimnasio? ¿Quién no decidió bajarle a las grasas o a las harinas, aprender chino mandarín, tener una mejor relación con sus hijos, etc?
No diré que todos, pero sí una inmensa mayoría hacemos propósitos, y los deseamos realmente, porque vemos que los necesitamos para mejorar nuestra vida.
Yo tengo un amigo en Barcelona que, cuando le preguntas en qué trabaja, siempre responde que su negocio es la gente que se apunta a su gimnasio en enero y ya no vuelve a ir. Suele suceder, y es que esos propósitos a veces duran lo que dura el entusiasmo del inicio, pero no aguantan el paso del tiempo.
Y la pregunta siempre es la misma: ¿Qué hace falta para que un propósito se convierta en realidad?
No es algo difícil, porque la constancia se puede fortalecer. Aquí van algunos consejos:
1. Tener metas concretas y revisables que realmente pueda poner en práctica. Metas realistas con un cuándo, un dónde, un cómo. Una meta que no es concreta es una meta condenada a no cumplirse, por eso hay una gran diferencia entre “voy a hacer dieta” y “voy a quitar la mitad del pan tostado que tomo en el desayuno”.
2. Ir paso a paso. Si no has tocado el piano en tu vida, no te desanimes si en las tres primeras lecciones no eres capaz de tocar el cuarto movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven. Si nunca has hecho ejercicio, no te apuntes este año al maratón de Nueva York. Los propósitos se parcializan en metas. Las metas pequeñas que puedes alcanzar en 30 días te van llevando al objetivo del año.
3. Apoyos. Sí, nadie puede solo. Hay que contar con un apoyo, con alguien o algunos que estén a tu lado apoyándote, con ambientes que te ayuden, con rutinas que vayan en la misma dirección de tus propósitos. Es absurdo decir “no volveré a beber” y continuar frecuentando una cantina. Hay que decidir si realmente estás dispuesto a poner TODOS los medios necesarios para lograr los objetivos.
4. Tener un entrenador es importante. Es una persona que está a tu lado para motivarte, objetivizar las cosas, espejearte y ayudarte a desarrollar tus potenciales. Velum, entrenamiento integral es una gran ayuda en este proceso. Va mucho más allá, al desarrollo pleno de tus potenciales, pero también es el gran aliado para ayudarte a cumplir tus propósitos.
En el mundo de la empresa y en la vida personal, contar con un entrenador personal es esencial para ayudar cumplir metas y propósitos, pero no sólo para eso, también para ayudar en la solución de problemas personales, para mejorar las relaciones con los demás, para ayudar al crecimiento de la persona.
Hay una cosa más, a lo mejor la más importante: cuando no cumplas un propósito y te preguntes por qué no lo cumpliste, no te quedes con la interpretación subjetiva de por qué no lo cumpliste, más bien busca la inteligibilidad, las causas reales. A lo mejor, el problema no es la típica falta de voluntad que todos solemos decir, sino la mala formulación del propósito y la mala o nula elección de los medios adecuados para conseguirlo.
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Feliz año.
VELUM es un programa de entrenamiento humano integral y de formación de entrenadores que, a través del diálogo personal, la autorreflexión, la acción presente, la revisión personal de vida y el plan de acción por objetivos se orienta al desarrollo de los potenciales internos del ser humano y a la mejora de las relaciones humanas. Además, VELUM ofrece un programa teórico práctico de formación ética.
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