La vida es sueño es el título de una de las obras de teatro más importantes del Siglo de Oro español. En ella, Calderón de la Barca creó un personaje, el príncipe Segismundo, que se cuestiona profundamente sobre el sentido de la vida con tintes dramáticos. Encerrado en la prisión por orden de su padre para evitar que se cumplan las predicciones de un oráculo consultado, reflexiona sobre el valor de la vida:
“¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.”
Y es verdad que la vida es sueño, que los sueños nos dan vida, que por ellos nos levantamos cada mañana: por ver crecer a nuestros hijos, por buscar un futuro mejor, por crecer profesionalmente, por el amor a nuestra pareja, etc. Es imposible negarlo. Son sueños en los que nos proyectamos que, como todo sueño, tienen su base en la realidad.
Se puede decir que el ser humano es un incansable perseguidor de sueños y que, cuando deja de soñar, comienza a morir.
El ser humano es lo que sueña. Esos sueños son el alimento de su vida, cada quien los suyos. Sus sueños lo engrandecen o lo degradan. Le hacen elevarse sobre sí mismo o materializarse y degradarse.
Los sueños se cumplen, pero no se cumplen como se cumplen los años, que simplemente llega la fecha y ya está. No, los sueños se consiguen luchando por ellos cada día y esa lucha ya es, en sí, parte del sueño. En ella nos proyectamos.
Luchar por algo es soñar y soñar es luchar. El sueño, cuando realmente se quiere conseguir, nos lleva a luchar por él. En realidad, se puede decir que el sueño no es el destino, sino el camino mismo para conseguirlo. Caminar hacia el sueño es soñar.
Y en esos sueños entran muchos protagonistas, gente que te ayuda, gente que te distrae o te penaliza, medios que te acercan a tu fin, metas, método para conseguirlas, distracciones, etc. Y poco a poco vas descubriendo que dentro de ti están los mejores recursos para cumplir tus sueños, para vivirlos, para disfrutarlos, para motivarte y avanzar. En tus potenciales internos lo tienes todo para luchar por ellos y mantenerte en ese esfuerzo. A veces, eso sí, hace falta un sistema para llegar a desarrollar todo ese potencial, un entrenamiento, un acompañamiento, y eso es lo que ofrece VELUM.
¿Ya sabes qué sueños quieres cumplir? El mismo hecho de presentártelos con claridad necesita también muchas veces de un método y un apoyo para determinarlos, para trazar las metas, para darle seguimiento.
Estamos a tu servicio para ayudarte a alcanzar tus sueños. Te apoyamos para trazar una estrategia y para desarrollar todo tu potencial para conseguirlos.
