Conocerse
En el pronaos o atrio del templo de Apolo en Delfos, Grecia, en el siglo V antes de Cristo, se leía el lema “conócete a ti mismo”. En una cultura como la griega clásica, tan abierta a conocer, tan ocupada en conocer las causas últimas de las cosas, aquella frase era una invitación a centrarse en lo fundamental, en la gran tarea del ser humano incluso desde antes de nacer: conocerse.